El eterófono

Cuenca-Ecuador

Ya han pasado algunas semanas desde que tu bebé nació, ya estás en casa y eres una madre feliz y satisfecha… Pero es la amante que llevas dentro la que no sabes dónde está…

Estás cansada, completamente dedicada a tu hijo y todavía no has recuperado el esbelto cuerpo que tenías antes del embarazo: en esas condiciones, no tienes muchas ganas de hacer el amor, y es normal.

No te culpabilices: recuperar el deseo necesita su tiempo, tiempo que varía según la persona. Tendrás que superar etapas inevitables: vívelas y acéptalas. Con ayuda de tu pareja, encontrarás el placer del amor físico, el mismo que te permitió traer al mundo a tu bebé.

Recuperarse del choc de dar a luz
Afrontar dolores y miedos
Aprender a volver a querer el cuerpo

Salir de la fusión mamá-bebé

Recuperar el deseo

En cuanto vuelvas a tener relaciones sexuales, si deseas tomar alguna medida anticonceptiva, échale un vistazo a nuestro artículo.

Darse tiempo

"No puedo más, estoy agotada… Y además me duele. Cuando por fin empiezo a dormirse el bebé se pone a llorar, tiene hambre y volvemos a empezar. Ser madre, no sólo son sonrisas, ¡a pesar de estar loquita por mi bebé!” comenta una de las madres en nuestros foros.

Si te encuentras en la misma situación, sobre todo, ¡no pienses que eres una debilucha! Las causas de tu cansancio y de tus dolores son objetivas. Se da mucho en madres primerizas.

Los cambios hormonales, el concienciarse de las responsabilidades, la falta de sueño, el esfuerzo del parto, la episiotomía, la cesárea, las pérdidas de sangre… han trastornado tu cuerpo, y tú no puedes hacer nada.

Encontrar un nuevo equilibrio

Antes de dar a luz, no nos damos cuenta de que estaremos en total armonía con el bebé y que nuestro ritmo se va adaptar al suyo.
Esta "capacidad de fusionarse en las leyes de la especie humana", constata la pediatra Winnicott, exige una movilización total.

Necesitarás alto de tiempo para encontrar el equilibrio personal y  permitirte descansar. > Si le das pecho, pide ayuda a los del entorno para dormir entre dos tomas.

> Si le das el biberón, prepara un biberón para que se lo de otra persona.
> De noche o a primera hora de la mañana, dile a tu pareja que se levante para que te deje dormir un poco. Explícale que no se trata de un capricho sino de una necesidad porque tienes razones suficientes como para estar cansada y que necesitas recuperarte.

Superar los dolores físicos

Si has tenido una episiotomía, es normal tener miedo a las relaciones sexuales. Tiene que pasar alrededor de un mes para que desaparezca el dolor durante un acto sexual.

Si has tenido una cesárea, necesitarás unas seis semanas para no tener dolor.

Durante las primeras semanas, también puedes sufrir de dispareunia: la vagina no está lubrificada. Puedes utilizar un gel lubrificante o una cápsula para reducir el dolor.

Superar las angustias

A partir de ese periodo, los temores pueden perseverar y bloquearte: angustia de que la cicatriz se abra, temor a sufrir, miedo a que tu cuerpo traumatizado no pueda colmar el deseo de tu pareja… Esa dimensión psicológica y fantasiosa es normal. Tus angustias desaparecerán sólo si hablas con tu pareja. En tus relaciones íntimas, proceded con suavidad, juntos poco a poco y ¡dialogad! Piensa en las caricias y otras maneras de sentir placer que puedan sustituir la penetración hasta que te sientas segura.

Durante esta época, si tu pareja quiere tener relaciones contigo pero tú no te sientes todavía preparada, explícale que estás sensible y porqué no te sientes capaz de responderle en estos momentos. Es muy importa para vuestra relación de pareja que él no se sienta rechazado.

Otra etapa que tienes que superar obligatoriamente es la de aceptar tu cuerpo tras la maternidad. 

La importancia de la reeducación perineal

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"La piel de la zona del vientre está flácida, tengo una cicatriz que para mí es como una mutilación, y encima todavía no he perdido los kilos… ¡Me siento tan fea!" nos cuenta Julia, madre del pequeño Nicolás.

Como Julia, la mayoría de las madres primerizas no reconocen su cuerpo tras dar a luz. En ese caso, también tienes que pensar que es lo más normal: el embarazo y el parto han tenido unas consecuencias en tu cuerpo. En primer lugar, date un tiempo para recuperar tu figura, sobre todo si le vas a dar pecho. Se dice que necesitas 9 meses para tener un bebé y otros 9 para recuperar tu figura.

No te saltes la reeducación perineal. Es indispensable para ti: evita el riesgo de incontinencia y de hundimiento de órganos. También beneficiará tu vida sexual y te ayudará a recuperar el estado tonificado de la vagina (tener las paredes ensanchadas, la vulva flácida o la vagina entreabierta es algo corriente).

Aceptar el cuerpo tal y como es

A continuación, piensa en perder los kilos superfluos, a muscular los abdominales y recuperar la energía gracias a una alimentación sana y a retomar progresivamente la actividad deportiva. Atención: si le das pecho, olvídate del régimen. La lactancia necesita un incremento de energía, tanto para alimentar a tu bebé como para ti, porque dar el pecho cansa mucho.

Tardarás en recuperar tu peso unos 9 meses un año, antes de tener el cuerpo tonificado. Pero puede que algunos efectos del embarazo no desparezcan: estrías, pecho caído, cambios en el cuerpo (caderas más anchas, nalgas más planas o más redondas...)…

> Aprende a querer tu cuerpo tal y como está ahora. Tienes presentes signos de tu embarazo. Nunca lo repetimos lo suficiente: si asumes tu cuerpo tal y como está y te sientes guapa, eso se reflejará en ti y atraerás las miradas. Si te sientes deseable, tú también podrás desear a la otra persona. 

Hacerle lugar al padre

"Desde que nació mi hija hace tres meses, sólo tengo ojos para ella.  Me gustaría dedicarle todo mi tiempo, y tenerla sólo para mí, aunque mi marido se queje mucho. Evidentemente, claro que le quiero, pero prefiero dedicarme por completo a mi bebé…" explica una de nuestras foreras.

Es algo normal. Estás viviendo con tu bebé lo que se denomina fusión madre-hijo. Esta relación única, irremplazable, es completamente natural. El nacimiento no es suficiente para separar dos cuerpos unidos durante nueve meses. Para tu pequeño, ambas formáis uno, y no será consciente de la realidad hasta que tenga unos 8 meses.

Para ti, que ya eres una adulta, se trata de obligarte a ir saliendo poco a poco de esta fase, a pesar de toda la felicidad que esta relación suponga para ti.

> En primer lugar, para dejar que tu bebé adquiera su autonomía.
> En segundo lugar, para recuperar tu status de mujer y amante.
> Finalmente, para que el padre encuentre su lugar y no se sienta excluido. 

El papel del padre

A veces tienes que ayudarle a que se imponga. A él le corresponde el actuar como mediador.

> Tomando el lugar que le corresponde asumiendo el cuidado del bebé (acostarle, bañarle, darle el biberón…)
> Proponiendo momentos íntimos sólo para los dos. Acéptalos. Deja a tu bebé con alguien de confianza e iros al cine, al restaurante o salid a tomar algo. Aunque los primeros pasos sean difíciles, valdrá la pena…

Crear un diccionario erótico

"Mi hijo tiene ahora dos meses. Ya no le doy pecho y duerme cada noche en su habitación. Sin embargo, a pesar de haber recuperado la intimidad con mi pareja, no siento el deseo… Eso me preocupa, hasta el punto de tener la impresión de que nunca más tendré ganas de hacer el amor ", nos cuenta Sofía.

Ella habla de "impresión", y tiene razón. Su deseo, tras haber tenido el bebé, está lejos de haber desaparecido. Se podría decir que “está dormido” y que hay que despertarlo poco a poco.

Primera consigna: cero presión y ninguna culpabilidad. No le niegues a la persona que te ama el derecho de desearte. ¿Pero quién ha dicho que tengas que transformarte inmediatamente en una mujer pantera? Dedica mejor toda tu energía a la relación afectiva con tu pareja. Redescúbrela como tal y ofrécele esta nueva faceta. Sonrisas, miradas, intercambios, caricias… ¡Son muchas las posibilidades!

Cread vuestro propio diccionario erótico, en el que la penetración sólo sea una etapa como otras tantas. Una etapa que superarás algún día, con felicidad y sin premeditación.

Los consejos del pediatra

El pediatra Aldo Naouri desmiente en su último trabajo "Eduquer ses enfances, l’urgence aujourd’hui” todas las ideas preconcebidas durante los últimos treinta años. El tema del deseo tras el parto, es nada menos que uno de los temas que ha causado más polémica.

"No es un insulto decirle a una mujer, insistiendo si es necesario, las ganas que uno tiene de estar con ella. No es un insulto convencerle de que esté dispuesta a tener relaciones, cuando sabemos de sobra que ello implicará cierto placer para ella. Sin embargo, se trata de un mal favor tanto para él como para ella, además de esperar que ella demuestre un deseo que sea lo suficiente como para pedirle una unión de la que ella pueda no tener la menor gana, ya que se siente satisfecha con su cuerpo porque ha llevado en este a su bebé…"

Opinión sincera o provocación, nosotras no compartimos la misma opinión que el Dr. Naouri que excluye escuchar el propio deseo. Pero tiene el mérito de destacar el hecho de que el deseo resurge, volviendo a sentir el placer que hayamos podido rechazar tras el parto.

Finalmente, eres tú la que sabe cuándo te encuentras preparada para ello.