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Cuando llegué a AOL como editora, ya Ceceliz estaba. Escribía de música y cada vez que hablabamos todo se sintetizaba, con cierto apasionamiento de su parte, a cantantes, discos y conciertos. Hoy volvimos a hablar, pero como madres, y para Ceci, especialmente fue diferente, porque hace menos de un año que Valentina Guerrero llegó a su vida para cambiarla, y no sólo a nivel maternal.

El embarazo de Valentina fue perfecto, al punto que a Ceceliz nunca se le ocurrió -tampoco a sus médicos- que podía existir algún inconveniente. Valentina nació un 16 de septiembre del 2011, y cuál sería la sorpresa para Ceci y su esposo, Juan Fernando, que la pequeñita presentaba Síndrome de Down.

La reacción primera de la pareja no necesariamente fue de júbilo. Les preocupaban los retos médicos, sociales, que implicaba tener un niño con Síndrome de Down. El primer mes de vida de Valentina fue una mezcla de angustia con alegría para Ceceliz y su marido, hasta que llegó ese día -casi que inesperado- en que la mirada de la pequeña les convenció de que había un propósito, genuinamente mayor y más completo.

"Valentina nos abrió los ojos con sus ojos. Son almas tan sabias que te calman, te unen, como que tienen milagritos. Ella sólo me veía y como que lo entendí, se me calmó todo mi océano, y aquí tengo como un pequeño Budha, trae cada enseñanza todos los días que te quedas impresionado", dice Ceceliz con una convicción y una alegría contagiosa en sus palabras.

Con esa paz -inexplicable para muchos- Ceci empezó una nueva vida y, sin pensarlo, llegó Mónica Carreón, la representante en Estados Unidos de la diseñadora española, Dolores Cortés. La ejecutiva vio algo tan especial en la mirada de Valentina que le hizo la invitación para que fuera la imagen de la colección infantil de trajes de baño del 2013.

De la noche a la mañana, el casting de niños que se tenía previsto en Estados Unidos para encontrar el modelo infantil quedó cubierto con Valentina. Se convirtió en una estrella y, desde entonces, no han dejado de publicarse artículos sobre la primera modelo con Síndrome de Down que escoge un diseñador de la talla de Cortés. En China, en Grecia, en Canadá, en Latinoamérica, se han escrito artículos sobre Valentina Guerrero y el mensaje de la campaña que busca romper estereotipos sociales acerca de las modelos y la belleza.

Cada día que pasa, a Ceci le sobran motivos para desterrar de su vocabulario la palabra enfermedad.

"Es todo lo contrario, porque nunca nadie me dijo lo increíble que es esto y por eso hice esta campaña; lo poco que yo había escuchado del Síndrome de Down era negativo, uno tiene que escuchar las dos caras de la moneda. Por suerte con Valentina ha sido una maravilla, avanza muy bien, al ritmo de otros niños de su edad, un poco más lenta en cosas, pero hasta eso lo disfrutamos", añadió Ceceliz.

Parte de los ingresos de la colección infantil 2013 de trajes de baño de Dolores Cortés serán donados a la Fundación del Síndrome de Down en Miami, donde residen Valentina y sus padres.

Ceceliz quiere convertirse nuevamente en madre y seguir su carrera como productora y conductora de su programa de televisión. "Quiero que más gente sepa el verdadero milagro que es tener uno de estos niños en casa, porque en realidad somos pocos los que tenemos esa suerte, son un balance al mundo", concluyó.