Mujer envenenó primero a su hijastro y luego a su pareja

 

Rolando Aquino, su hijo Elías y Karen Oviedo.

Argentina - Pasan los días y Karen Leylen Oviedo se complica en la investigación por la muerte de su pareja, Rolando Ángel Aquino, el 9 de febrero en una clínica privada de Mendoza, luego de dos días de internación.

Esta mujer de 31 años fue bautizada por los investigadores y sus vecinos como la “envenenadora de Guaymallén”, debido a que la hipótesis principal que maneja la Justicia sobre el deceso de este hombre de 35 años apunta a que lo intoxicó intencionalmente mientras se encontraban en la casa donde convivían en el distrito de Villa Nueva.

No sólo está acusada de matar a su concubino con un potente tóxico, sino también a Elías, el hijo de 9 años del hombre, de la misma forma. Hace pocas horas, sumó una imputación por este hecho y continúa alojada en la cárcel ubicada en Cacheuta, Luján.

Lo cierto es que la fiscal de Homicidios Claudia Ríos esperaba un informe determinante para el futuro de la instrucción por el homicidio de Rolando Aquino: el resultado del estudio anatomopatológico del Cuerpo Médico Forense.

El mismo fue adjuntado al expediente en las últimas horas y expuesto durante una audiencia de prisión preventiva que comenzó la tarde de este lunes frente a la jueza María Cristina Pietrasanta.

La magistrada, minutos antes de las 16, dictó la medida cautelar que afecta la libertad por los dos hechos y le trabó un embargo a la imputada por 10 millones de pesos.

Las conclusiones llegaron al despacho de la representante del Ministerio Público y complicaron a Oviedo de cara a lo que viene en ese proceso: los médicos legistas detectaron que en los riñones de Aquino había cristales de oxalato de calcio, una de las características principales del etilenglicol, el solvente o anticongelante que le habría suministrado la mujer camuflado con jugo de naranja.

La fiscal sumó a la causa este informe que desarrollaron los forenses durante semanas, que consiste en extraer tejidos y líquidos de diferentes partes del cuerpo para conocer los cambios que hubo en las horas previas al deceso y así avanzar para conocer el motivo de la muerte, y se transformó en la base a la hora de solicitar la prisión preventiva ante la jueza de primera instancia.

Básicamente, se confirmó la teoría de la investigadora, es decir, que Aquino murió producto de la ingesta de etilenglicol.



De acuerdo con información a la que accedió el diario El Sol, la fiscalía cuenta con una serie de pruebas contundentes que vinculan a Oviedo con un hecho intencional de envenenamiento contra su pareja: la declaración de su empleada doméstica, el análisis del celular de la sospechosa y el citado informe forense.

Los peritajes al teléfono móvil sirvieron para conocer que la imputada por homicidio agravado por el vínculo y por haber suministrado de forma insidiosa el anticongelante había realizado búsquedas en Google como “cuál es el veneno más letal” y “cómo borrar el historial de búsqueda” y, además, realizado una compra el 3 de febrero, a través de Mercado Libre, del producto que contenía etilenglicol.

La declaración de la trabajadora también sirvió para aclarar lo que sucedió las horas previas a la internación de Aquino.

La intoxicación que sufrió la víctima llamó la atención de los médicos y certificaron el deceso como dudoso.

La explicación que dio Oviedo tampoco cerró y, por eso, los detectives fueron a hablar con ella el miércoles 9 del mes pasado.

Le preguntaron sobre un medicamento que le había dado de tomar por una enfermedad que Aquino padecía en la piel y respondió que se trataba de ácido kójico, agregando que lo había adquirido a través de la red.

Explicó que se lo suministraba a través de un gotero y que su empleada lo había descartado.

Sin embargo, cuando los detectives hablaron con la trabajadora, su declaración fue en otra dirección: sentenció que no había tirado ese elemento y que había observado a la mujer darle un líquido con jugo de naranja.

No sólo eso. Describió que Aquino le pedía por favor que no le diera más esa medicación para la piel. “Todo lo que me estás dando me cae mal”, contó que le dijo la víctima a su pareja cuando ya había presentado vómitos y otros malestares.

Con el paso de la investigación y ante la sospecha de una presunta participación de Oviedo en la muerte del hijo de su pareja, la fiscal Ríos comenzó a trabajar en esa hipótesis. Y para eso envió un oficio a Mercado Libre para saber si para la fecha de fallecimiento del chico, el 12 de julio del 2019, había adquirido etilenglicol, como hizo previo al deceso de su pareja.

La respuesta de la empresa no tardó en llegar al despacho de la representante del Ministerio Público: confirmó que, cuatro días antes de la muerte de Elías, Oviedo había comprado el anticongelante a través de la página.

Para los detectives, no hay dudas: luego de analizar la historia clínica de la criatura -en el Hospital Notti certificaron que no tenía enfermedades preexistentes y que la muerte fue por una falla multiorgánica-, de recibir el informe de Mercado Libre y de declaraciones testimoniales como la de la madre de la víctima, están seguros de que Oviedo mató al niño.

Le habría suministrado el etilenglicol camuflado con jugo, como hizo con su pareja, lo dejó dormir y luego no hizo nada para ayudarlo. El menor se descompuso y fue internado en el pediátrico de Guaymallén, donde murió luego de entrar en un coma profundo. No realizaron la necropsia.

La madre del pequeño, cuando declaró hace pocos días en la causa, contó que horas después del fallecimiento de Elías, Oviedo le “insistió” para que cremara el cuerpo.

Los investigadores sostienen que la mujer actuó como una psicópata, ya que evidenció que buscaba que no quedara ningún tipo de rastro que la involucrara.

Fuente: El Sol de Mendoza

periodistas de las calles

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