Cualquier tipo de intervención militar de EE.UU. en Siria agravaría la crisis en el país árabe y llevaría al mundo al borde de una nueva guerra mundial, aseguró el analista político Kevin Barrett a la cadena iraní Press TV.
"La participación militar de EE.UU. [en Siria], obviamente no resolvería la crisis. Las cosas empeorarían como sucede siempre que los militares de EE.UU. intervienen en alguna parte del mundo donde no tienen nada que hacer", señaló Barrett durante la entrevista.
"Este es un movimiento peligroso porque realmente estamos al borde de una posible tercera guerra mundial en Siria. La región es cada vez más inestable", agregó.
"La participación militar de EE.UU. [en Siria], obviamente no resolvería la crisis. Las cosas empeorarían como sucede siempre que los militares de EE.UU. intervienen en alguna parte del mundo donde no tienen nada que hacer", señaló Barrett durante la entrevista.
"Este es un movimiento peligroso porque realmente estamos al borde de una posible tercera guerra mundial en Siria. La región es cada vez más inestable", agregó.
La posibilidad de que EE.UU. intervenga militarmente en Siria parece cada vez más probable. Este viernes, el jefe del Pentágono, Chuck Hagel, declaró que el Ejército de su país está listo para aplicar la "alternativa militar" en Siria en caso de que el presidente Barack Obama opte por esa opción. "El presidente Obama ha pedido al Departamento de Defensa preparar planes de acción para todas las eventualidades", informó Hagel.
Durante la entrevista, el analista político señaló que Israel podría estar presionando a Washington para que adopte una línea más dura contra el Gobierno sirio.
La mañana de este miércoles varios medios árabes denunciaron el supuesto uso de armas químicas en las proximidades de Damasco, citando denuncias de los rebeldes sirios. Según las distintas fuentes que se ocuparon del caso, un número indeterminado de personas, que va de decenas a centenares, murieron en el ataque. Según la organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras, el día en el que supuestamente se produjo el ataque tres hospitales en Damasco atendieron a 3.600 personas con "síntomas neurotóxicos", 355 de las cuales fallecieron.
Activistas rebeldes acusaron del ataque a las fuerzas gubernamentales. Sin embargo, el Gobierno sirio aseguró que fueron los rebeldes y no ellos quienes usaron armamento químico en la periferia de Damasco, unas acusaciones respaldadas por Irán, que este sábado afirmó disponer de "pruebas" que demuestran que los rebeldes emplean armas químicas en el conflicto sirio, que dura ya más de dos años.
Por su parte, Rusia sostiene que los informes sobre el supuesto ataque por parte del Gobierno sirio parecían ser una provocación previamente planificada.
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