Los días en que los chicos hacían fraude escribiendo las respuestas en sus manos ya quedaron atrás, según una investigación de Greg Toppo en Usa Today sobre las nuevas formas digitales que los niños y adolescentes de EEUU están encontrando para hacer trampa en los exámenes.
Algunas compañías venden audífonos diminutos que permiten a los
examinados comunicarse con un "ayudante" ubicado fuera del salón de
clases. (En China, dos estudiantes
que tomaban un examen de inglés tuvieron que ser hospitalizados para
extraerles esos audífonos del oído). En el condado Orange, en
California, un estudiante fue acusado de cambiar sus notas de high
school a través de un software espía instalado en las computadoras de la
escuela para robar las contraseñas de los maestros.
Uno de los vídeos más populares sobre fraude
escolar en internet muestra como unos alumnos escanean la etiqueta de
una soda, quitan toda la información nutricional con una herramienta de
edición de fotos y la reemplazan con fórmulas y otros datos útiles.
Luego imprimen la nueva etiqueta y la pegan a la botella de soda,
siempre con la esperanza de que los maestros no se percaten del cambio
durante el examen.