Mientras más se adentra en la habitación más parece que se ingresa a un consultorio médico. El sonido del timbre de la puerta es el anuncio de que alguien está interesado en tatuarse. Ese es el ambiente cotidiano en TA2AT y TATOO, dos establecimientos que ofrecen en la ciudad el servicio de tatuar.
Cuenca. Conforme se avanza al interior de TA2AT el
sonido del timbre se silencia. Se observa guantes quirúrgicos, pinzas,
agujas, varios frascos de tinta, esterilizadores y otros objetos. “Esto
es parte de mi equipo con el que trabajo y con el que puedo expresarme”,
dice Javier Pesántez, tatuador.
“No soy hijo de la Madre Teresa (de Calcuta)”, pero hacer un tatuaje abarca algunos aspectos como responsabilidad, conocimiento, ética, explica Pesántez. Señala que lo principal es tener en cuenta el tipo de tinta a utilizar.
Cuidados
La tinta que emplea es hecha con base en plásticos, es la que mejor se adhiere al cuerpo, antiguamente se hacía sólo con óxidos, según pesántez. Agrega que en la actualidad es fácil conseguir tinta, que cuando empezó en este oficio, hace 19 años, había pocas marcas y no era posible escoger.
Para hacer un tatuaje tiene que trabajar con implementos descartables como afeitadoras; desinfectar los guantes; esterilizar las agujas y utilizar correctamente cada instrumento. En su caso personal, aseguró, le han servido los cursos que ha tomado de enfermería y bioseguridad en el Hospital Voz Andes de Quito.
Perjuicios
El timbre se escucha también en el local de TATOO. Allí, Javier Campoverde, tatuador, dice que a pesar de que lleva 21 años en esa actividad aún ve prejuicios respecto a los que se tatúan. “Creen (los emiten prejuicios) que no tener personalidad, estar locos o ser roquero son los motivos para hacerse un tatuaje”, dice.
Pensativo, Campoverde sostiene que el tatuaje es parte de la cultura de “nuestros pueblos” y que los incas y cañaris se tatuaban. Por ello, aseguró que él tiene sumo cuidado en el momento que los realiza, “no deben estar como un dibujo mal hecho sino como una representación artística”.
Como parte de su ética, no tatúa nombres de personas, especialmente de enamorados, “porque los enamorados deciden hacerse en una etapa pasajera de sus vidas, y un tatuaje es para toda la vida”, argumenta.
Mitos
El mundo del tatuaje encierra una serie de mitos, según Karina Criollo, laboratorista de la Cruz Roja. Explica que a diario, durante sus actividades laborales, es testigo de cómo varias personas creen que por tener un tatuaje ya no pueden donar sangre.
La especialista dice que la desinformación es motivo para que en muchas ocasiones se maneje conceptos erróneos. Aclara que una persona que tenga un tatuaje puede donar sangre luego de que haya pasado un año de habérselo hecho; no existe ninguna complicación de que contraiga o contagie algún tipo de enfermedad.
Un ritual hacerse un tatuaje
El hacerse tatuar no es estar a la moda, puesto que el dibujo que escoja la persona será para toda la vida, indica el tatuador Javier Campoverde. Lo califica como un ritual: “existe dolor en el momento que se realiza, el mismo que muchos lo describen como un arañazo de un gato, lo que hace que el ser humano asuma la decisión que tomó”.
Daniel Ordóñez, comentó que decidió hacerse tatuar porque considera que a través del tatuaje puede representar el orgullo que siente por su familia. La forma del dibujo que escogió es redonda, en honor a su apellido, y con el símbolo del bien y del mal. Emocionado dijo que “es algo inexplicable lo que se siente cuando te están haciendo, pero ese pequeño dolor es parte de lo que tú escogiste”.
“Un tatuaje te hace ser alguien único, te identifica, te diferencia del
resto, porque tiene un sentido de que te arriesgaste, que no eres
alguien cobarde, que asumes lo que te propones. Por ello se convierte en
algo especial que siempre lo cuidas”, manifestó Melisa Balarezo, quien
se hizo tatuar una mariposa en la canilla.
Desde hace varios meses, Sebastián Vázquez, ha pensado en cómo hacer un tributo a su madre y decidió hacerlo a través de un tatuaje, se impregnará en la piel la fecha de nacimiento de ella.
Desde hace varios meses, Sebastián Vázquez, ha pensado en cómo hacer un tributo a su madre y decidió hacerlo a través de un tatuaje, se impregnará en la piel la fecha de nacimiento de ella.