Ella aseguró que su hijo era agresivo cuando se enfadaba, pero que "no era un monstruo" |
El día después de cumplir 18 años, Salvador Ramos, de la pequeña localidad de Uvalde, Texas, compró su primer rifle de asalto. Una semana más tarde, entró en una escuela primaria local, donde disparó y mató a 19 niños y a dos maestras.
Las autoridades todavía están tratando de determinar qué llevó a Ramos, abatido por disparos de la Policía, a cometer la peor masacre escolar en Estados Unidos en una década.
"No tengo palabras"
Tras la matanza, la madre del atacante, Adriana Reyes, relató que su hijo era agresivo cuando se enfadaba, pero que "no era un monstruo".
"A veces tenía una sensación de desasosiego, como de ¿Qué estás tramando?", dijo el miércoles por la noche.
"Todos sentimos rabia", aseguró Reyes, quien dijo desconocer que su hijo había comprado armas.
"Esos niños... no tengo palabras", dijo Reyes entre lágrimas. "No sé qué decir de esos pobres niños".
Una profesora que estaba en la escuela y habló bajo condición de anonimato dijo que sus alumnos estaban viendo una película de Disney para celebrar el inminente final del año escolar cuando escuchó disparos en el pasillo.
Les dijo a los niños que se metieran debajo de sus pupitres y se apresuró a cerrar la puerta. "Sabían que no era un simulacro", dijo la profesora, refiriéndose a los llamados ejercicios de tirador activo, comunes en las escuelas estadounidenses.
Finalmente, la policía rompió las ventanas de su aula desde el exterior y ayudó a los niños a ponerse a salvo.
Las autoridades han dicho que Ramos disparó a su abuela de 66 años en la cara antes de dirigirse a la escuela con un rifle AR-15.
Según le dijo al diario El Paso Times el juez de paz de Uvalde, Eulalio Díaz, las familias que esperaban noticias de sus hijos tuvieron que proporcionar muestras de ADN para ayudar en el proceso de identificación debido a que varios cuerpos "no estaban en buen estado".
Mensaje en Facebook
Se ha descubierto que media hora antes del tiroteo, Salvador Ramos escribió en Facebook que iba a disparar contra su abuela.
Unos minutos después, publicó otro mensaje en el que dijo que ya había disparado a su abuela -que resultó herida de gravedad-, y en un tercer mensaje, publicado un cuarto de hora antes de la masacre en la escuela, indicó que se disponía a atacar un colegio.
Todos estos mensajes, según Meta, habrían sido enviados de manera privada a otro usuario, y por tanto no visibles para el resto de los internautas o para la propia empresa.
"Los mensajes fueron privados, de usuario a usuario, y se descubrieron después de que ocurriese la terrible tragedia. Estamos cooperando estrechamente con las fuerzas de la ley en su investigación", indicó en Twitter el portavoz Andy Stone.
Pese a lo ocurrido, el gobernador de Texas, Greg Abbott, rechazó las peticiones de endurecer las leyes sobre las armas en el estado, donde tradicionalmente se defiende la libertad de tener y portar armas de fuego.
Mientras que el presidente estadounidense, Joe Biden, ha pedido a los legisladores que se enfrenten al poderoso lobby de las armas de Estados Unidos y promulguen "reformas de sentido común en materia de armas".
Oficial frente al memorial a las víctimas de la masacre de Texas |
Uno de los sobrevivientes, un niño de 9 años, cuya identidad se está reservando por pedido de los padres, contó detalles de lo que ocurrió dentro de la escuela en esos terribles 40 minutos en los que Ramos abrió fuego indiscriminadamente.
El menor cursa el cuarto grado en la escuela Robb y se encontraba en su salón de clases cuando escuchó los primeros disparos fuera de su aula. De inmediato, según le contó a la prensa local de Texas, le dijo a su compañero de banco que se escondieran debajo de la mesa para protegerse.
“Él disparó hacia la puerta en el aula de al lado. Tenemos una puerta que comunica los dos salones. Entró a nuestro aula, se agachó un poco y empezó a gritar: ‘Llegó la hora de morir’. Comenzó a disparar, y los disparos sonaban muy fuerte, lastimando mis oídos”, relataba el pequeño a una cadena local de noticias.
El niño y otros cuatro estudiantes se escondieron debajo de una mesa que tenía un mantel por encima.
Fotos que Salvador Ramos subía a redes sociales |
“Me escondí lo mejor que pude. Y les decía a mis amigos que no hablaran para que no nos escuchara que estábamos ahí”, continuó el relato del niño.
Uno de los momentos más dramáticos que vivieron estos pequeños fue durante la llegada de la policía.
“La policía entró a la escuela y empezaron a decir que si alguien necesitaba ayuda que gritara. Una de mis amigas gritó ‘Ayuda’, y el asesino la escuchó primero. Le disparó de inmediato”.
Allí fue cuando los oficiales se dieron cuenta de cuál era el salón en el que se encontraba el pistolero. Entraron y abrieron fuego contra Ramos, quien intentó defenderse disparando contra ellos también.
Una vez que el estudiante se dio cuenta que el pistolero había sido abatido, el pequeño se atrevió a levantar el mantel, y poner su mano por fuera de la mesa. Desde debajo de la mesa habían visto que había policías en el aula, quienes se acercaron para sacarlos del lugar.
Oficiales del FBI investigando lo ocurrido |
El pequeño, claramente aún traumatizado por lo vivido, destacó que sus dos maestras, Irma García y Eva Mireles, fueron quienes los protegieron antes de que llegue la policía. Ellas se pusieron por delante de los niños, cuando el asesino entró en el aula. Ambas maestras fallecieron a consecuencias de balas recibidas.
Ramos había publicado imágenes de los rifles que había comprado en redes sociales |
Ramos, que tenía 18 años, había comprado de manera legal dos rifles en las últimas semanas: uno el 17 de mayo pasado y otro el 20 de mayo. Una de las armas apareció en el automóvil de Ramos y la otra la encontraron junto a su cuerpo. Además, se sabe que había comprado 375 rondas de municiones. Se desconoce aún cuántas armas en total tenía dentro de la escuela.
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