En esta fotografía del recuerdo aparecen Eduardo Franco y los integrantes de Los Iracundos, una de las bandas más queridas de la música romántica en español. Detrás de sus éxitos, de esas voces suaves y melodías inolvidables, existen historias que muy pocos conocen… y una de ellas es verdaderamente conmovedora.
Eduardo Franco, la voz principal del conjunto, tenía un don único: grababa casi siempre las canciones en una sola toma. Su timbre dulce, limpio y cargado de sentimiento no necesitaba arreglos ni repeticiones. Los ingenieros de sonido decían que era como “escuchar un disco antes de que existiera el disco”.
Pero hay algo aún más profundo…A pesar de su apariencia tímida, Eduardo escribía muchas de sus letras inspirado en amores imposibles, sentimientos que jamás llegó a confesar. Incluso “Puerto Montt”, uno de sus mayores éxitos, fue dedicada a un amor que él sabía que nunca sería suyo. Por eso esa voz suena tan honesta, tan herida, tan eterna.
Cuando enfermó, siguió cantando en los escenarios aun con dolor, porque decía que la música era su “medicina del alma”. Su deseo de no fallarle al público lo llevó a cantar hasta el último año de su vida.
💛 Eduardo Franco no solo fue la voz de Los Iracundos… fue la emoción que les dio vida. Por eso, cada vez que sus canciones suenan, su voz vuelve a nacer.
Tags:
#MUSICA
