4 DE MARZO DEL 2022 - Un grupo de jóvenes y futuros comunicadores han emprendido una campaña a través de redes sociales para concienciar a los Ecuatorianos sobre la clase de programación en los canales de televisión ecuatoriana, y la denominada #telebasura , nos invitan a no ser cómplice de esta realidad que vive la televisión ecuatoriana.
Al calor de la crítica de las manifestaciones culturales la televisión ecuatoriana ha sido objeto desde siempre de debate y reflexión. Se le atribuye un enorme poder para moldear la opinión pública en la llamada sociedad de masas. La tensión esencial en el centro de la discusión radica en torno a cómo controlar ese poder que se le atribuye.
Entre los temas de la crítica aparece el problema de la “calidad” de la televisión en que no todos los contenidos son, precisamente, valiosos y dado su impacto en el televidente, no basta con preocuparnos de que la televisión no sea monopolizada, sino que además debería promoverse que la programación transmitida fuera realmente de calidad, es decir, que promueva lo cultural o educacional o, al menos, fomente un espíritu crítico en el televidente.
¿Será pedirle peras al olmo?
Un tema recurrente es el morbo en televisión en horario familiar. Ejemplo de ello es la programación de la llamada farándula. La “programación de farándula” consiste, principalmente, en programas de reportajes y opinión sobre la vida privada semificticia de personajes asociados a los medios de comunicación, la entretención y el deporte. Lo propio de la farándula es la concentración preferente en los aspectos morbosos de la vida de los “famosos”, haciendo promoción pública del morbo en horarios en que la audiencia está compuesta por niños y jóvenes (entendido el morbo en sus acepciones de “interés malsano por personas o cosas”). Este formato televisivo recurre a principios identificables y reiterativos: ficción, frivolidad de las disputas entre famosos y el comentario persistente al respecto en busca de ampliar los niveles de la polémica. Un monitoreo de la televisión ecuatoriana confirma que más del 50% de los horarios familiares están invadidos por programas de farándula.
No obstante, a la hora de preguntar al público por las razones de insatisfacción con la televisión aparece la farándula (38,2%), y poca programación cultural (18,7%) en la pantalla abierta. En el caso de la TV de pago, un 55% dice que la insatisfacción se debe a la repetición de programas.
En la actualidad la audiencia ecuatoriana consume a diario los programas organizados, desarrollados y divulgados de entretenimiento ignorando la extensión ética propia de todo proceso informativo -señala el espacio digital Paola Pullaguari Blog- y estos a su vez ejercen una gran influencia en las decisiones y comportamiento de las audiencias”. Sin lugar a dudas, la programación de farándula ha sido tomada como un género mal elaborado. La llamada “prensa rosa” nos quiere convencer de que entretener es hacernos enterar de la vida privada de los “famosos, sus romances, peleas, juicios, etc.”.