Durante un tiempo, a finales del siglo pasado, se habló del western contemporáneo (no las variantes del género ambientadas en la actualidad, sino, sencillamente, de los westerns rodados en ese periodo) como un subgénero con identidad propia. La sacudida que los spaghettis de Leone y su inabarcable ralea de hijos bastardos dieron al género en los sesenta tuvo un impacto en el cine del Oeste que, sencillamente, nunca se disipó del todo. Ahora también son westerns con todas las de la ley.
De 'Silverado' a 'Sin Perdón', los distintos éxitos del western -más o menos puros, más o menos revisionistas-, de finales de la pasada década, no sirvieron para marcar un antes y un después en el género, sino para unificarlo todo. De la revolución de Leone (y Peckimpah) para acá, todo son westerns modernos en contraposición a la Edad Dorada del western, y sobran las etiquetas porque todas las películas forman parte de un mismo cosmos que, eso sí, se ramifica en múltiples subcategorías según los elementos que las compongan.
De hecho, el western ya no se clasifica según etapas "clásicas" o "contemporáneas", sino por cómo bebe de otros géneros: la comedia, el thriller, el drama o incluso el terror y la ciencia-ficción. La ambientación contemporánea, finalmente, ha dejado de ser un problema, y hoy ya nadie discute que películas recientes como 'Comanchería' son westerns en sentido casi estricto, del mismo modo que ya hace tiempo que dejó de sorprendernos la vinculación de cineastas como Akira Kurosawa a los modos y temáticas del western.
Por eso, a la hora de hacer esta selección de algunos de los mejores westerns del siglo XXI (que son 13 pero podrían ser muchos más) nos hemos autoimpuesto la regla arbitraria, para reducir las posibilidades a nuestro alcance, de limitarnos al marco temporal clásico del western, es decir, la segunda mitad del siglo XIX. Hay un par de excepciones muy notorias, pero las trataremos como tales. Así que ya sabes: revisa este listado, localiza las (muy abundantes) ausencias, y a pegar tiros.
'La propuesta' (2005)
Un western procedente de Australia que parece venir directo casi desde la reformulación que vivió el género en los noventa, años en los que cobró vida a base de inyecciones de atmósfera y elementos fantásticos y folclóricos, aquí todos vinculados a la resurrección y al carácter crístico de su antihéroe. El guión de nada menos que Nick Cave (muy vinculado a las últimas décadas del género, con bandas sonoras para películas como 'El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford' o 'Comanchería' y como guionista de las películas dirigidas por su amigo John Hillcoat, especializado en westerns modernos), cuenta la historia de un bandido (Guy Pearce) que tiene que matar al jefe de la banda, su propio hermano, si quiere salvar su propia vida y la de su hermano pequeño.
'El tren de las 3:10' (2007)
Un western tradicional, remake de una película de 1957 del mismo título, con un reparto de excepción y cuyo éxito de taquilla revitalizó el género, propiciando un nuevo momento de interés por parte de crítica y público. La película cuenta cómo un veterano del ejército con problemas económicos (Christian Bale) accede a escoltar a un forajido (Russel Crowe) hasta un tren para que sea juzgado. La banda del criminal no está dispuesto a tolerarlo, y a los peligros del camino se sumarán los inevitables indios y unas cuantas turbas enfurecidas que buscan venganza.
Con una interpretación ambigua y magnética de Crowe, la película de James Mangold (director tambien de 'Logan', donde adaptó los resortes del western a la narrativa superheroica) se permite incluso modificar con acierto la conclusión de la película original de Glenn Ford. Todo ello sin perder un halo respetuoso con las convenciones del género, lo que le ha acabado dando fama de clásico moderno.
'El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford' (2007)
Un título imperfecto (desde luego, no tan perfecto como películas posteriores de Andrew Dominik -'Mátalos Suavemente' o la oda a la melancolía de su amigo Nick Cave en el documental 'One More Time with Feeling'-), pero que se ha ganado cierta consideración dentro de la vertiente moderna del cine del Oeste. Y ello es gracias a su acierto al escoger una historia que es pura mitología western, la del tiroteo por la espalda a Jesse James, y también por el aire eminentemente clásico que respira la película, por encima de reescrituras o nuevas versiones.
Con una fotografía extrañamente irreal de Roger Deakins y estupendas interpretaciones de Casey Affleck y Brad Pitt, la película adquiere toda su fuerza en escenas como la del atraco al tren, que se sumerge sin complejos en las peligrosas aguas del fantástico. Aguas por las que nada también con ciertos apuntes vampíricos tras la muerte de Jesse James y la transformación de éste en una superestrella póstuma del Oeste. Inteligentes decisiones para reforzar la idea de que el western se compone, sobre todo, de mitos que se transforman una y otra vez.
'Valor de ley' (2010)
Uno de los westerns contemporáneos por excelencia viene de la mano de los hermanos Coen, que en 2005 ya arrasaron con un thriller vestido con ropajes de western, 'No es país para viejos'. Aquí miran a las raíces del western clásico (su película se basa en una novela de 1968 de Charles Portis y ya tuvo una primera adaptación en 1969 protagonizada por John Wayne), pero sin renunciar a cierto revisionismo de las convenciones del género.
Una chica de 14 años (Hailee Steinfeld) contrata a un viejo sheriff (Jeff Bridges) para que ajusticie al asesino de su padre. Les acompañara un Ranger de Texas (Matt Damon) que lleva tiempo persiguiendo al criminal. Pese a su popularida y a haber sido nominada a diez Oscars, es inferior a películas más libres de los Coen. Aquí, los directores parecen encorsetados por las necesidades del género pero también, curiosamente, por el inevitable humor de todas sus películas: éste lejos de liberarles de las exigencias del western clásico, deja en evidencia hasta qué punto no han sido capaces de hacer una película que no mire continuamente al pasado.
'El llanero solitario' (2013)
¿Quizás el gran western incomprendido de este siglo? En cualquier caso, un injusto fracaso de crítica y taquilla que además venía refrendado por un talento indiscutible como el de Gore Verbinski, al que no se le puede negar ni un genio creativo vibrante y personalísimo ('La cura del bienestar'), ni pericia para construir blockbusters resultones ('Piratas del Caribe'), ni por lo que respecta a este artículo, ingenio para levantar westerns inclasificables ('Rango').
Con 'El llanero solitario' Verbinski tropezó con una reacción similar a la que le llevó a fracasar en taquilla con esa obra maestra del gótico moderno que es 'La cura del bienestar': intentó innovar en un género demasiado codificado, y ni su extrañísima estética, ni su demolición de los tópicos, ni su humor excéntrico sentaron demasiado bien. En cualquier caso, una pequeña maravilla, muy cariñoso con sus referentes (esos homenajes a 'El maquinista de la general') y reivindicable desde ya mismo.
'Deuda de honor' (2014)
Un semi-desconocido pero durísimo y muy bello western escrito, dirigido e interpretado por Tommy Lee Jones (que ya se había encargado del también sensacional 'Los 3 entierros de Melquíades Estrada'), a quien le da una perfecta réplica Hilary Swank. Juntos hacen un inaudito viaje acompañando a tres mujeres que han perdido la razón hacia un lugar de reposo en Iowa. En su camino, puntuado por interpretaciones tan notables como las de Meryl Streep o James Spader, esta inopinada pareja (se conocen cuando ella le salva de morir ahorcado) se encontrarán con indígenas, bandoleros y hombres capaces de todo cuando se cruzan con un grupo de mujeres indefensas.
Jugueteando con ideas modernas del género como la transmisión del protagonismo de la aventura en direcciones inesperadas o el uso de flashbacks que rompen el ritmo y la estructura de la narración, 'Deuda de honor' abunda en decisiones de guión estrafalarias y en imágenes bellísimas. Imágenes que gracias a su textura fantasmagórica hacen que la película se pasee por la frontera del western fantástico.
'Los odiosos ocho' (2015)
Un western más o menos canónico de Quentin Tarantino, director que ha salpicado absolutamente toda su filmografía de un espíritu claramente embebido en el cine del Oeste: de 'Reservoid Dogs' a 'Death Proof', se podría defender que casi todo su cine consiste en westerns disfrazados, pero en 2012 y 2015 rodó un par de películas que sí que se dejaban llevar por los códigos del cine del Oeste más clásicos, al menos en lo que a ambientación se refiere. La primera, 'Django desencadenado', retomaba el nombre de uno de los personajes emblemáticos de la mitología spaghetti, y le inyectaba elementos del cine blaxploitation de los setenta, dando como fruto una película de venganzas raciales ambientada antes de la Guerra Civil americana.
Inmediatamente después de la misma tiene lugar la aún mejor 'Los odiosos ocho', una película despiadada que funciona como un cocktail explosivo de 'La cosa', 'Diez negritos' y una visión del western completamente posmoderna y muy consciente de los tópicos que maneja, hasta el punto que sus personajes están modelados a partir de iconos específicos del género. Solo los ocho intérpretes de los correspondientes odiosos del título ya valen el precio de admisión, pero destaquemos especialmente a la única mujer de la película, una Jennifer Jason-Leigh prodigiosa y llena de matices.
'The Salvation' (2015)
Una historia de venganza a lo spaghetti rodada en Sudáfrica y que recuerda, por argumento y estética, a determinada zona de la filmografía de Clint Eastwood, cuando en películas como 'El jinete pálido' dejaba que la ya definitiva influencia del cine italiano de género permeara por completo en la mitología estadounidense, situándose en una zona de nadie donde la sorpresa era constante y no se exigía ni rigor histórico ni realismo estético. En este caso, Mads Mikkelsen ejecuta una venganza que le traerá problemas a él y a un pueblo sometido a los caprichos de un villano caricaturesco (Jeffrey Dean Morgan).
Lo inclasificable del conjunto se redondea con una tenebrosa fotografía nocturna de Jens Schlosser y una extraordinaria interpretación silenciosa de Eva Green como la viuda de uno de los forajidos aniquilados por el antihéroe. Una propuesta alejada de los cánones del género (incluso dentro de las derivas modernas del western) y beneficiada por la rupturista nacionalidad danesa del director de la película, Kristian Levring.
'Bone Tomahawk' (2015)
Una absoluta maravilla, tremendista y salvaje, que no se fija en el western clásico, ni en la reformulación del spaghetti italiano, ni en la onda crepuscular post-'Sin perdón', sino en la literatura barata de género, en una película tan de bolsilibro que casi huele a papel barato. Con unas némesis imposibles y aterradoras (unos indígenas caníbales que proceden tanto de un imaginario fantástico como de una aterradora posibilidad esquivada por la mitología del western) y un reparto perfecto (Kurt Russell, Matthew Fox, Patrick Wilson, Richard Jenkins, David Arquette, Sid Haig), 'Bone Tomahawk' es a la vez un western redondo y una interferencia en los tópicos del género.
S. Craig Zahler, que ha terminado revelándose como una de las grandes voces del cine grindhouse moderno gracias a su increíble 'Brawl in Cell Block 99', concede a la película un ritmo lento y opresivo que empapa la historia de un grupo de hombres inmersos en un rescate a la desesperada. Una sorpresa aislada y estimulante, que propone nuevas vías para el género pulsando con inusitada fuerza teclas ya muy desgastadas.
'Slow West' (2015)
Desde luego, no un western convencional, pero sí uno que reformula sus convenciones y personajes a partir de cierta filosofía indie y una estética muy cuidada y personal. Por eso, este estupendo debut de John Maclane usa los parajes de Nueva Zelanda como translación marciana de los típicos escenarios del western, inyecta un inesperado y muy efectivo humor en su historia y coloca en el centro de la película una historia de amor ingenua y encantadora.
El joven Jay (Kodi Smit-McPhee) es un escocés que viaja en busca del amor de su vida, Rose Ross (Caren Pistorius), que ha escapado junto a su padre de una muerte segura, y que ahora vive cercada por un grupo de cazarrecompensas. A Jay le ayudará en la búsqueda un Michael Fassbender que replica las convenciones del pistolero solitario y con tragedia a cuestas. Una película diferente cuya conclusión, violenta y cruel, está entre lo mejor del género moderno.
'El renacido' (2015)
Una película, como casi todo lo que rubrica su responsable, a ratos fascinante, a ratos cargante, siempre cuidada y excesiva en lo visual, y también siempre inevitablemente irregular. En este caso, Iñárritu sustenta la historia real de una venganza en emociones tan básicas que son capaces de desafiar casi literalmente a la muerte, y se apoya en unas interpretaciones espectaculares de Leonardo Dicaprio (que al fin consiguió ese Oscar que no paraba de escapársele año tras año) y Tom Hardy.
Curiosamente, la película funciona mejor cuanto menos se esfuerza en resultar llamativa y reduce a los personajes a despojos que se expresan con gritos y gruñidos y que reducen sus pulsiones a un nivel casi feral y asilvestrado. Aunque habría podido ser una serie B de 70 minutos perfecta y le traiciona su propia ambición, 'El renacido' es una de las mejores películas de Iñárritu, más contenido y preciso que en 'Birdman', y en la que cuaja, sobre todo, una ambientación sensacional gracias al también oscarizado trabajo de Emmanuel Lubezki.
'Los siete magníficos' (2016)
Innecesaria (en sentido estricto como todos los remakes, vaya) actualización de un indiscutible clásico, que sigue un camino previsible pero que funciona: más volumen, reparto de estrellas actualizado (especialmente lucidos están Denzel Washington, Vincent D´Onofrio y Chris Pratt) y respeto bastante generalizado por el material de partida. La historia clásica de un grupo de forajidos que protegen a un pueblo de un sátrapa de la zona no envejece y Antoine Fuqua es muy consciente de que está manejando arquetipos, no personajes realistas, lo que propicia alguna acertada reflexión sobre el género... entre aparatosas y muy divertidas secuencias de acción, propias del blockbuster veraniego que es, en el fondo, este remake.
'Brimstone: La hija del predicador' (2016)
Una mezcla de géneros equilibradísima y desbordante de pasión e ingenio que ha pasado levemente desapercibida pero que merece reivindicación inmediata por su atrevimiento formal sin por ello dejar de ser género en estado puro: una mezcla que delata su origen no norteamericano sino europeo (primordialmente holandés). 'Brimstone' cuenta la historia de la obsesión de un predicador (terrorífico Guy Pearce) con una mujer (Dakota Fanning) a lo largo de varias décadas.
Martin Koolhoven, que estuvo cinco años consagrado a 'Brimstone' hasta el punto de tener que ser hospitalizado por un ataque de ansiedad cuando parecía por enésima vez que el proyecto se venía abajo, habla de cómo sus antepasados hundieron de forma indeleble sus obsesivas raíces religiosas en el origen de un país. Así que en realidad también nos está hablando del presente y de cómo en todas estas décadas las mujeres han sido las grandes víctimas de ese impacto. Y lo hace con elementos de thriller, drama de época y terror puro, en una película técnicamente impecable y de difícil clasificación.