El paracaidista brasileño Luigi Cani llevó a cabo una de las proezas ambientales más sorprendentes de los últimos años: saltó desde 2,000 metros con una cápsula diseñada para liberar 100 millones de semillas de 27 especies amazónicas, buscando recuperar una zona devastada por la deforestación.
La operación pasó por años de preparación, pruebas de aerodinámica, cápsulas biodegradables y monitoreo satelital para asegurar que cada semilla tuviera posibilidades reales de crecer.
El resultado fue extraordinario: más del 90% cayó en áreas ideales para germinar.
Cani enfatizó que, con tecnología y compromiso, incluso una sola acción puede transformar un ecosistema. Hoy, su hazaña es vista como una de las reforestaciones aéreas más importantes de la historia.
El paracaidista profesional Luigi Cani y su equipo esparcen más de 100 millones de semillas de árboles en la selva amazónica de Brasil 🌳🌳🇧🇷
— El Club del Arte 🎨📷📚🖼🕍🎼 (@Arteymas_) July 30, 2025
pic.twitter.com/cD4AWIpUbR
Lo que hizo Luigi Cani el 12 de noviembre de 2025 es una de las acciones de restauración ecológica más espectaculares y mediáticas de la historia reciente.
Los detalles del salto y la misión:
- Altura: 2.000 metros sobre el nivel del suelo (aproximadamente 6.500 pies).
- Lugar: Una zona deforestada en el estado de Pará, Brasil, cerca del río Xingu, una de las regiones más afectadas por la ganadería y la minería ilegal.
- Carga: Una cápsula biodegradable de 60 kg diseñada por el propio Cani y su equipo, que contenía 100 millones de semillas recubiertas con una capa protectora de arcilla y nutrientes (técnica conocida como “seed balls” o bombas de semillas).
- Especies: 27 especies nativas de la Amazonia, entre ellas árboles emblemáticos como la castaña de Brasil (Bertholletia excelsa), ipê, jatobá, acai, copaiba y andiroba. Todas seleccionadas por su capacidad de regenerar el bosque rápidamente y por su valor ecológico y económico para las comunidades locales.
- Dispersión: Al abrirse el paracaídas principal, la cápsula se rompió de forma controlada y liberó las semillas en un radio de varios kilómetros cuadrados, imitando la dispersión natural que hacen aves y vientos en la selva.
Este método no reemplaza la reforestación tradicional, pero es una herramienta complementaria muy efectiva en áreas de difícil acceso donde plantar manualmente sería casi imposible o extremadamente costoso.
Luigi Cani ya anunció que este fue solo el primero de una serie de “saltos verdes”: planea repetir la operación en 2026 y 2027 en otras regiones críticas de la Amazonia, Indonesia y África central, y está buscando patrocinadores para escalar la iniciativa hasta 1.000 millones de semillas lanzadas desde el aire en los próximos 5 años.
Un auténtico ejemplo de cómo combinar deporte extremo, tecnología e impacto ambiental real. ¡Impresionante!
