Los padres saben que fiebre, dolor de garganta y decaimiento pueden ser
los síntomas de una gripe. Ahora, ¿cómo darse cuenta cuando algo no
anda bien en relación a los hijos y la Web?

2.
Bajo rendimiento escolar: si un niño que tenía buen rendimiento escolar
de pronto comienza a dedicar cada vez más tiempo a la computadora y
menos al estudio y las tareas, observándose un impacto en su desempeño
en la escuela, esto constituye una señal de alerta. Lo recomendable es
reducir los tiempos frente a la pantalla y pedir una entrevista con la
maestra para plantear estrategias en conjunto entre la familia y la
escuela.


5. Alteraciones del sueño: si el chico se queda jugando hasta muy tarde y de día se duerme en la escuela o en casa, o si los padres lo descubren conectado a la madrugada cuando se suponía que debería estar durmiendo y después de haberlo saludado y apagado su luz, habrá que intervenir. Será conveniente reforzar los límites y, de ser necesario, usar herramientas de control parental para que no tenga acceso a Internet a partir de determinada hora de la noche.

7. Dolor de cabeza o ardor en la vista: si después de estar en la computadora, o frente al televisor, el niño manifiesta alguna molestia de este tipo conviene reducir los tiempos de exposición, asegurarse de que exista una distancia óptima entre la pantalla y el niño y pedir una consulta con un oftalmólogo para descartar cualquier problema en la vista.
8. Silencio repentino: si hasta el momento los padres
conversaban abiertamente con su hijo de las páginas que visitaba en la
Web, con quién interactuaba en Facebook, etc. y de pronto no cuenta nada
más o responde con evasivas, habrá que estar alerta. Lo mejor es sacar
el tema y hablar de este silencio que preocupa a los padres, también es
conveniente “darle palabras” al niño contándole ejemplos de las
situaciones desagradables que pueden darse a partir de Internet y de la
preocupación que tienen los padres pensando que algo de esto le esté
sucediendo.
9. Muchas horas en la Web + cambio notorio en la
personalidad, en la forma de vestirse, de pensar o de actuar: si esto se
observa, hay que pensar que el niño puede estar siendo influenciado por
alguna persona a través de la Web. Conviene regular los horarios,
mostrarle que los padres notan este cambio y conversar acerca de las
razones que lo motivan puede dar lugar a un acercamiento.
10.
Abandona la computadora de golpe: si un niño que era usuario habitual de
la computadora, participaba en redes sociales y hasta había que
controlarlo para que no pasara demasiado tiempo frente a la pantalla de
pronto deja de utilizar la computadora, habrá que preguntarse si habrá
tenido alguna experiencia desagradable que haya provocado el
alejamiento.
fuente
http://cibermama.speedy.com.ar
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