5 presidencias han sufrido crisis energética en el Ecuador, te contamos que hicieron cada una.

Residentes y vehículos en tránsito son vistos en Quito durante un apagón que afectó a casi el 70 por ciento del Ecuador, el jueves 15 de enero de 2009.

La crisis energética por falta de lluvias en varios sectores estratégicos del pais, no es cuento nuevo, es una historia que se remonta varios mandatarios anteriores, y aunque todos culpan a sus anteriores gobernantes por no tomar las medidas necesarias, siempre se ha dejado algo que hacer para librarnos de esta pesadilla para nuestros abuelos, padres, nosotros y esperemos que se libren nuestros hijos. 

Queremos contarles sistemáticamente que hicieron cada gobierno para solucionar este gran problema energético que cuesta millones de dólares en perdidas económicas cada vez que tenemos que apegarnos a los cortes de luz eléctrica.

Presidente Rodrigo Borja acompañado de sus simpatizantes

Las medidas de Rodrigo Borja contra el estiaje.

El Ecuador a vivido varias crisis energéticas a través de cada mandatario, comenzó en 1992 cuando el candidato a la Izquierda Democrática, Rodrigo Borja, tuvo su primer reto, el de atravesar una falta de lluvias que ocasiono la paralización completa de la Hidroeléctrica Paute el 25 de enero, a los 9 años de inaugurada la hidroeléctrica.

"Nos afectó una gran sequía y pasábamos viendo al cielo a ver qué mismo ocurría, si llovía o no llovía", relata Gonzalo Ortiz, quien se desempeñó como secretario general de la Administración de Borja. 

Antes de dejar el cargo, la administración de Borja avizoró que, si no se trabajaba en nuevos proyectos de infraestructura energética, el país quedaría vulnerable a interrupciones de luz a finales de ese mismo año.

Mejorar el funcionamiento del parque termoeléctrico y una adecuada campaña de comunicación fueron las principales estrategias que el gobierno de Rodrigo Borja aplicó en 1992, cuando se produjo un estiaje que no permitió el funcionamiento de la Central Hidroeléctrica Paute, hoy bautizada como Hidropaute.

“El Presidente estuvo pendiente de que se garantice el abastecimiento de combustible para las plantas termoeléctricas. No se le ocurrió salir de viaje por 10 días  con medio gabinete y un centenar de invitados, pese a que estaba anticipado de la crisis”, comenta el ex secretario de la Administración de ese Gobierno, Gonzalo Ortiz Crespo.


El ex funcionario recuerda que otra de las prioridades de ese Gobierno fue “cuidar el embalse de Amaluza (en Paute)”. 

Ese régimen realizó una campaña para ahorrar energía en los domicilios de los ecuatorianos. “El resultado fue que la medida extrema fue aplicar los racionamientos de energía, pero por pocas horas y con horarios definidos”, comenta el ex funcionario de los registros de la Izquierda Democrática.

“En dos meses no se pueden solucionar problemas pendientes desde hace 10 años”, dijo el entonces gerente del desaparecido Instituto Ecuatoriano de Electrificación (Inecel), Julio Ponce

Presidente Sixto Duran Vallen 

 La hora de Sixto: el verano en que los ecuatorianos se despertaron antes

Una sequía sin precedentes provocó que la hidroeléctrica que proveía la electricidad al país tuviera niveles por debajo de los normales. El gobierno de aquel momento tomó la decisión de iniciar todas las actividades una hora antes.

Las actividades cotidianas iniciaban antes del alba y debían finalizar antes de que se ponga el sol. Aunque ahora los cánones para alcanzar mejores resultados en la productividad –como indica el libro superventas El club de las 5 de la mañana– sugieren que las personas despierten temprano, en 1992, la falta de lluvias llevó a que el gobierno de aquel entonces decretara que los días iniciarían una hora antes.

El gobierno en el que se registró el mayor número de apagones a causa del estiaje en la zona de Paute fue el del conservador Sixto Durán Ballén. La crisis energética lo afectó en su primer año de gestión (1992-1993) y en 1995.

Al inicio de su mandato, el Gobierno Nacional, mediante Decreto Presidencial no. 285, obligó que todos los ecuatorianos adelantaran una hora en sus relojes  para “ aprovechar la luz solar” y disminuir el consumo de energía.

Fue la llamada ‘hora de Sixto’, que se aplicó desde el 28 de noviembre de 1992 hasta el 5 de febrero de 1993. Incluso, los estudiantes de todos los niveles educativos estuvieron obligados a iniciar clases a las 06:00 y terminar antes del mediodía.

Con esa medida extrema, el Gobierno intentó ahorrar alrededor de 156 000 millones de sucres (aproximadamente USD 87 millones en esa época) por concepto de importación de combustibles para las plantas termoeléctricas de propiedad del Estado. 

Según los datos de esa época, las pérdidas a causa de los constantes apagones llegaron a los USD 600 millones en los sectores público y privado. También se incrementó la inseguridad a causa de la falta de alumbrado público.

Presidente Rafael Correa en un mitin político

Los apagones regresaron

A inicios de noviembre, el Régimen debió decretar un cronograma de apagones a escala nacional. Paute dejó de operar y mientras el presidente Correa culpaba a los gobiernos del pasado por la crisis, su ministro Esteban Albornoz se encomendaba a San Pedro antes de renunciar.

El fin de los apagones llegó después de las fiestas navideñas, una vez que el Estado destinara USD 245 millones para recuperar el parque térmico y comprar energía de Perú y Colombia.

Las lluvias también volvieron, con la esperanza de que el exceso de agua llenara por fin la presa de Mazar, postergada por casi 30 años. Esta esperada obra de infraestructura, sin embargo, opera a la mitad de su capacidad.

En el 2013, Correa culminó la construcción de la Hidroeléctrica de Mazar, que aprovecha el caudal del río Paute. Se adjudicó además la construcción del proyecto Coca Codo Sinclair y su inauguración parcial en el 2016.​ Renovó la Refinería de Esmeraldas, construyó campos de Energía Eólica en Loja y en Galápagos. Aunque en la refinería del pacífico en Manabí que inició el aplanamiento de terreno y su manutención con una inversión desde 2008 a 2018, por 1.528.374.332,54 millones de dólares estadounidenses. Quedó inconclusa y severas críticas por su sobreprecio. ​Se creó el CONECEL y CELEC, empresa eléctrica del Ecuador, y el CNEL, para el manejo eficiente de la electricidad en el país, buscando a futuro unificar todas las empresas eléctricas existentes en el país. En agosto del 2016, se inauguró la hidroeléctrica Sopladora en la provincia del Azuay.

Presidente Guillermo Lasso

Regresan los cortes de luz programados.

El presidente Guillermo Lasso dice comprender la indignación que han causado los cortes de energía eléctrica en el país. "Estamos conscientes de sus efectos y lamentamos que tengamos que atravesar por esta situación"

El 24 de octubre de 2023, el nivel de agua del embalse de Mazar había descendido a 2.120 msnm, lo que llevó al gobierno de Guillermo Lasso a anunciar, dos días después, el inicio de racionamientos de luz que se extendieron hasta principios de diciembre. Este evento marcó el regreso de los cortes de luz programados en Ecuador, algo que no se había experimentado desde 2009.

Presidente actual del Ecuador, Daniel Noboa

Inversión del menos 3% en proyectos hidroeléctricos

La mayoría de los proyectos del Ministerio de Energía y Minas, incluidos en el Plan Anual de Inversiones, tienen una ejecución que no supera el 3%. Mientras la crisis eléctrica se profundiza.

El apagón nacional de tres horas en la tarde del 19 de junio, por una falla en el sistema de transmisión eléctrica, fue la cereza del pastel de una semana de anuncios contradictorios por parte del ministro de Energía (e), Roberto Luque. Ya parecía superada la emergencia de fines del año 2023, cuando los cortes de luz había resurgido luego de 13 años, como un problema significativo en varias regiones del país, afectando tanto a zonas urbanas como rurales. En el primer trimestre del 2024, se registraron más de 500 horas de interrupciones eléctricas, lo que representó un incremento del 30% en comparación con el mismo período del año anterior.

Esta situación no solo ha afectado la vida cotidiana de los ciudadanos, sino que tiene repercusiones económicas, especialmente en el sector industrial y comercial. Solo en los primeros ocho días de cortes programados de luz, Ecuador habría perdido USD 576 millones, USD 12 millones por hora, según había anunciado el ministro de Energía, Roberto Luque.

La tarde del viernes 7 de junio el ministro anunció que ya no existía riesgo de cortes de energía emergentes por falta de generación eléctrica. Sin embargo, el domingo 16 de junio los apagones volvieron luego de una corta tregua. Esta vez por las intensas lluvias, la peor en 20 años en el caso del cantón Baños (Tungurahua). Luego de superado el incidente eléctrico, el ministro Luque volvió a anunciar que se superaban los cortes y que ya no habría más quebrantos energéticos. La naturaleza lo desmintió pocas horas después cuando varios deslaves en Baños causaron 13 fallecidos, 12 heridos, varios desaparecidos y la destrucción de vías, casas y puentes.  Los cortes volvieron por el colapso de Coca Codo Sinclair debido a los sedimentos y la caída en cascada del sistema de generación hidroeléctrica, que derrumbó a la mitad la cobertura de la necesidad nacional de generación, que es de 4200 MW hora.

Si en abril de este año se adujo que la crisis obedecía a la falta de lluvias y al “sabotaje” como principales causas; ahora, el problema se endilgaba al fuerte caudal de lluvias que provocó el sorpresivo apagón en algunas provincias del país, la noche del domingo 16 de junio, en algunos sectores, y que habría afectado a tres centrales de generación hidroeléctrica. Fue ostensible la confusión informativa al respecto. Hasta que las tres horas sin luz que los 18 millones de ecuatorianos debieron soportar, por la caída de una línea de trasmisión, fue la muestra más palpable de la improvisación del Estado.


Los ecuatorianos vivirán un racionamiento eléctrico de 40 horas, dividido en cinco días.

El presidente Daniel Noboa, a través de la Secretaría de Comunicación de Presidencia, informó que Ecuador sufrirá de nuevos apagones programados. El horario será similar al del primer apagón programado de este miércoles 18 de septiembre, de 22:00 a 06:00.

Presidencia aseguró que esta franja horaria de ocho horas diarias se escogió “con la finalidad de generar el menor impacto posible en las actividades productivas y el desarrollo de jornadas laborales”.

Esta medida guarda relación con la emergencia eléctrica que enfrenta Ecuador.

El Gobierno afirma que con estos cortes de luz obligatorios busca “manejar de forma responsable el control del sistema eléctrico”, en lo que consideran como “el peor estiaje de los últimos 61 años”.


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